Son las seis de la mañana, el sol va asomando en el cielo todavía oscuro, cuando suenan las campanas en la iglesia, anunciando que la misa va a empezar; comienza entonces el desfile de todas las mañanas, casi ceremonioso con su aire nostálgico, añorando tiempos idos, van llegando las señoras que asisten a la misa, religiosamente todas las mañanas, a elevar sus plegarias a Dios.

Se diría que el pavimento de las calles que llevan a la iglesia siente sus quejidos de dolor al caminar pero también de alegría de poder asistir un día más a su misa. Entre aquellas señoras esta Doña Mariana Rivera, personaje prestante de la comarca, con su figura elegante, alta, delgada, misteriosa; que desafiando el frío de la mañana, siempre llegaba a tiempo.

Vivía en una casona con su empleada de servicio y un mayordomo, al quedar sola, por la muerte de su esposo el General Custodio Rivera; contaba ella que en su casa estuvo Simón Bolívar alojado tres días lo cual la enorgullecía.
Doña Mariana les contaba a sus compañeras, que incrédulas la oían que cada noche soñaba que en el ático de su casa, estaba la imagen de Jesús que la llamaba; al principio pensó que era un sueño pasajero pero no, el mismo sueño se repetía una y otra vez, entonces empezó a asentir mucha curiosidad y quería subir hasta aquel lugar pero le era muy difícil hacerlo. Sus compañeras le decían que no se preocupara que era solo un sueño, por ser ella una mujer de mucha fé.

Pasaban los días y seguía soñando lo mismo, su curiosidad crecía cada vez más, hasta que un día estando en su casa cuidando el jardín que tanto quería, escucho una música hermosa que en un principio no sabia de donde venia pero al ponerle más atención era del atico de donde salía, supo entonces que ya no podía esperar y que tenia que subir como fuera. Con la ayuda de su mayordomo llego al lugar donde estaban guardados muchos objetos que habían pertenecido a la familia, cual seria su sorpresa, sus ojos no lo podían creer, no pudo contener sus lagrimas al ver la imagen de Jesús que tanto había soñado; impresionante, bellísima.

Cayo de rodillas ante tal encuentro, nunca supo como llego talvez habría sido propiedad de sus antepasados pero él hizo que ella lo encontrará. Fue un acontecimiento del cual se habló por mucho tiempo, todas las señoras se maravillaban ante tal milagro, rezaron y admiraron a tan bella del señor de la Misericordia nombre que se le dio a petición de la señora Mariana Rivera; luego de permanecer por un tiempo en esta casa, se decidió llevarla a aun templo para que la gente pudiera conocerlo y propagar la fe hacia él, se escogió entonces la iglesia de la panadería donde hasta ahora se encuentra y es venerado por muchas personas.

Cada martes santo se celebra una misa en su nombre conmemorativa del día de su hallazgo cuyos fiesteros son los descendientes de Doña Mariana de Rivera…